24 de febrero de 2009

maldita pócima


Me reta en duelo el mejor espadachín de la Francia de Richelieu, tengo un jodido cáncer al que ni Sansón lograría vencer, oigo tambores desde aquella noche, pisadas de miles de hombres. Sostengo a duras penas, la mancha negra de Barbarroja con la palma de mi mano.

Me robaron mis ojos y mis robustas piernas hace veinticuatro años, en su día pese a mis limitaciones, fui una leyenda en el tiro con arco. Actualmente estoy acabado, pero tengo esa adrenalina y ese miedo tan humano que siente el que aún no esta muerto del todo. El que rechaza la cicuta y el rápido disparo en la frente de un Winchester. Confiando en que alrededor, del minuto ciento cincuenta y seis de la película, lleguen los cazabombarderos norteamericanos y le devuelvan sano y salvo al condado de Utah.

1 comentario:

Albertigues dijo...

Que pena que no siguieras la competición en profundidad, seguro que no viste ni los resultados, de que va tu blog tio???? no le encuntro sentido a las entradas, es como si fueran poesias que escribes cuando te brilla la cabeza.