19 de enero de 2009

ofensiva contra Decathlon


El ser humano no llegó a convivir con dinosaurios, los cuales por lo que nos comenta José Maria García, debían intimidar lo suficiente, como para que estuviera justificado tenerles un cierto respeto. Sin embargo, los humanos nos movemos con mucho miedo cuando no controlamos del todo la situación, aunque la gente de nuestro alrededor se llame Manolo, mida 1,57, sufra de alopecia y su única habilidad sea cocinar arroz negro. Nos creemos dominadores del mundo, pero hasta el mas avispado mira el suelo en los ascensores o cruza la calle cuando se acercan una pandilla de sin vergüenzas.

Los ejecutivos coleccionistas de másters o los Globo de Oro del cine, orgullosos de los pasos que han dado en la vida y conscientes de sus habilidades, son incomprensiblemente incapaces de evitar en público expresiones como un “humilde servidor”, quitándole continuamente importancia a sus estudios o a su brillante papel en la película. Yo espero reclinado sobre el asiento de mi Mustang, a la persona que suba las escaleras con: Tim Robbins, Seann Penn, Samuel L. Jackson y toda la aristocracia de Hollywood delante y se atreva a decir “yo soy el más grande, soy el único que ha hecho meritos para llevarse este premio, los demás deberéis conformaros con ganar la radio grabadora en la feria de vuestro pueblo”.

Luego empiezan los de la corbata, con planteamientos miserables del tipo “sin mi padre que trabajaba 27 horas diarias, mientras yo hacia problemas de matemáticas en la escuela, no hubiera sido posible llegar hasta aquí”, cuando sino recuerdo mal, es considerable la tasa de paro y creánme que la gran parte de los padres trabajan, incluso los de Farruquito. Lo de la gente del cine ya es tremendo, cuando empiezan ha agradecer uno por uno a todos aquellos que colaboraron en la película, como si no fueran todos sustituibles, como si el tipo que le hizo el bocadillo de mortadela hubiera sido fundamental para hacer millones de dólares en taquilla. El chaval cobra 500 euros y tu 20 millones, yo creo que será por algo y tú lo sabes.

Lo mismo sucede con los grandes fotógrafos o los que se meten cuchillos por la boca y te dicen, que es todo cuestión de práctica, como si destacar en algo fuera blasfemia. A ver muchacho tu vida es un desastre, tu mujer te la pega con: el del quinto, el del octavo y el cuñado del de la frutería, tu hijo es emo y tu eres tartamudo, ¿no crees que tu vida es lo suficientemente triste, como para atreverte a decir que vales para algo?

Por último, otra situación que me resulta sumamente abofeteable son los insultos a terceros, “es retrasado mental, prepotente y huele extraño, pero no es mala persona” no, no te permito que digas esa estupidez. Le odias a muerte, le quemarías la casa, envenenarías sus tostadas y colgarías a su mascota de una encina, ¿por qué tienes que decir que es buena persona? si sabes que no lo es, dices que es buen tipo, ¿ por qué en su día no te sacaste el carné de hijo puta? Este mundo es un loco cruce de caminos en el que algunos días me pierdo. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te ha costado cabrón sacar por fin otro post!!!
Bueno, ya me conoces y sabes y que el permiso de "hijoputa" me lo saqué con matrícula.

alsolialvent dijo...

Pues sí Enrique, aquí estamos; más que nada, como una iniciativa para acordarme de escribir textos largos y frases con sentido; que casi no me acordaba.