un pais llamado yo

Una fria tarde de diciembre se me acerco un marinero con aspecto cansado, el hombre me conto que algunas personas gobiernan paises, otras dirigen empresas con 2000 personas a su servicio, hay quien llega a ser representante de Dios en la tierra incluso existen personas que tienen la sangre azul desde que la comadrona les corta el cordon umbilical. Aunque no lo creais hasta hace bien poco yo tambien era un tipo poderoso, propietario de un importante patrimonio.

Con el sudor de mi frente consegui proclamarme como unico emperador del autobus que pasa por mi calle a las 9 menos cuarto, nadie se habia enterado en todo el curso de que pasaba un bus a esta hora y subian al autobus de y media sin pensarselo dos veces. Con lo que pase rapidamente a convertirme en un principito de carne y hueso que en vez de visitar planetas se pasaba el tiempo entre parada y parada. El ultimo asiento del bus era mi trono donde yo me sentaba todas las mañanas y contemplaba orgulloso mi imperio diciendome a mi mismo aquello de” hijo mio, todo lo que ves me pertenece”, el autobusero Antonio era mi esclavo y chofer personal, parabamos en todas las paradas solo para que los plebeyos pudieran ver mi enorme poder ya que como digo, muy pocas veces subia gente al autobus, como mucho dos valientes turistas de visita en mi esplendido pais.

Todo iba perfecto hasta que el pasado lunes sufri un cruel golpe de estado. Subi las escaleras salude al bueno de Antonio y al inclinarme hacia la izquierda vi que mi pais habia sido invadido por una veintena de ladrones sin compasion y por si fuera poco mi trono estaba ocupado por una pareja de empalagosos dandose el lote. No tuve mas remedio y me sente en el primer asiento maquinando un terrorifico plan. Tras esta ofensa contra mi persona, no me queda otra que contraatacar ya que me toca mover pieza y como dijo hace algun tiempo un conocido periodista deportivo “ la mejor defensa es un buen ataque", idea que como bien sabeis comparto totalmente. Asi que necesito una estrategia se que cuento con el apoyo de Pony ( la monja de la izquierda de la foto ) especialista en la utilizacion de francotiradores sovieticos pero tal vez esto no sea suficiente. Por ello os pido ayuda para que uniendo vuestros cerebros y mi sanguinareo coco pueda volver a gobernar en mi pequeño pais de 100 chicles, 40 asientos y 39 ceniceros.